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Bueno, amiguis, hoy es 27 de enero, el día en memoria de las víctimas del #Holocausto, y creo que hace mucha falta que hablemos de la situación en que se encontraban los #MariconesDeAntaño antes, durante y después de aquel genocidio. Hoy toca hablar del #TriánguloRosa.
#HiloVa
#HiloVa
Para comprender bien la situación hay que empezar en la década de 1860, cuando Alemania estaba inmersa en su proceso de unificación. Algunos territorios condenaban las prácticas sexuales entre varones y otros no, y surgió el debate: ¿la nueva Alemania las condenará?
Apareció entonces el primer activista de nuestra historia, el abogado Karl Heinrich Ulrichs, que intentó que el artículo 143 del Código Penal de Prusia, que condenaba la homosexualidad, no se mantuviera en el nuevo Código Penal alemán. Este señor era Ulrichs:
Bueno, amijos, como lo prometido es deuda, pues hoy os voy a contar la historia de la señora que luchó contra los nazis (¿y ganó?). Hilo:
Nuestra historia empieza a principios de siglo XX, cuando un señor pianista decide hacerse una banda de música con sus cuatro hijos y le da a cada uno un instrumento aleatorio para ver si tienen talento.
Desgraciadamente para él y para sus planes de formar una banda, sólo una de sus hijas (a la que le había endiñado aleatoriamente un violonchelo) había heredado su talento musical.
Bueno, «locas, mariconas», ahora que ya ha empezado el mes del #Orgullo voy a contaros la historia de los #MariconesDeAntaño que montaron la primera manifestación en nuestro país, el 26 de julio de 1977 en Barcelona, y lo que pasó en ella. ¡Hilo va!
Antes de empezar quiero recordaros qué cosas habían pasado desde que nació el «movimiento #LGTB» en España hasta que se produjo esta mani. Para ello es imprescindible conocer a nuestro primer activista: Armand de Fluvià. Ya os hablé una vez sobre él:
En 1975 muere Franco, y el antiguo Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH) decide convertirse en algo diferente: el @fagc_catalunya. El movimiento #LGTB sale de la clandestinidad y quiere ser un movimiento de masas que agrupe a más gente que un concierto de Beyoncé.
Bueno, ilustres representantes del «epentismo», como hoy se cumplen 120 años del nacimiento de #FedericoGarcíaLorca (1898-1936), voy a contaros algunas cosas para que quede claro que es uno de los más importantes #MariconesDeAntaño que han existido. ¡Hilo va!
Una de las cosas más importantes que creo que deberíamos saber sobre Federico no es solo que fue un gran escritor y que le gustaban los hombres, sino saber exactamente con quiénes y en qué contexto mantuvo relaciones más o menos estables...
Sí, vale, me diréis que esto es puro cotilleo y nada más, ¡PERO! yo recuerdo haber estudiado todas las novias que tuvo Lope de Vega (😍), la de Garcilaso, la de Petrarca, la mujer de Cervantes, de Antonio Machado... ¿y por qué de los novios de Lorca no nos habla nadie? ¿Eh?
Bueno, sodomitas de mis amores, hoy quiero contaros la historia de uno de los #MariconesDeAntaño más importantes para nuestros derechos, porque fue quien empezó el #MovimientoLGTB en España. Se trata de Armand de Fluvià (n1931), y es este señor:
Armand era un abogado que se dedicaba a la Genealogía de las familias bien en Cataluña, pero en 1970 pasó una cosa frente a la que decidió que tenía que hacer algo. ¡Y vaya si lo hizo!
En 1970 España quería aprobar una nueva ley para incordiar a la gente: la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que planteaba que determinadas personas con determinadas características eran malignas y había que apartarlas de la sociedad antes de que cometieran delitos.
Bueno, sodomitas de mi corazón, hoy quiero contaros una #TristePeroBonitaHistoria sobre uno de los #MariconesDeAntaño que más penica me da. Se trata de Hans Christian Andersen, el autor de La Sirenita, que tenía esta pinta de #IntensoRomántico:
Andersen nació en 1805 en Dinamarca, en una familia muy pobre. Su padre era zapatero y su madre una lavandera que, sin saber leer ni escribir, le contaba los cuentos que avivaron en él la imaginación para empezar a escribir. Una infancia muy dura, como la de «El patito feo»...
Pero Andersen estaba destinado a ser todo un cisne, aunque tuvo que currárselo bastante para conseguirlo, y pasarlo francamente mal.
